martes, 20 de enero de 2015

entre el cielo y el infierno (Pistilogía)

El nuevo orden gnoseológico nos apremia, avanzar o evolucionar para ser mejores será el nuevo planteamiento de nuestra conciencia. La fuerza del pensamiento nos conduce hacia la nueva orilla del saber, necesitamos reposicionarnos sobre novedosas estrategias que vienen del avance del método científico sobre el conocimiento de la materia universal, ya la ciencia del conocimiento teológico y la filosofía de la naturaleza necesitan lanzarse sobre el nuevo abismo de retos que el presente siglo les reclama. Por lo tanto las premisas "ya todo está dicho", "nada nuevo hay bajo el sol", "yo creo y no pregunto" son premisas de flacidez mental que nada aportan a la necesidad de nuevos conocimientos, no podemos ser lectores del diario de anteayer de Lewis Carol, debemos promover la novedad dentro de la cotidianidad. De tal manera, nos estalla en la cara la luz de la FE, pero no bajo presupuestos conformistas, sino bajo presupuestos atrevidos y llenos de inquietud. En primer lugar, la "epojé" nos apremia como hipótesis andante, la tolerancia y la precisión en el paso a paso de la presente presunción. ¿Es posible la clave pistológica como avance del creer hasta el conocer? Revisando un poco el libro V de la República, La Pistis es una de las claves platónicas del conocimiento, la cual se muestra como una línea en donde cada extremo esta compuesto por la epísteme (conocimiento) y doxa (opinión), donde la Pistis es parte de la Doxa que hace menos daño al saber, y en donde la Eikasía es lo más semejante a la ignorancia. La Pistis es el camino de la creencia que mira hacia el conocimiento pleno, la Pistis no parece estática, parece flexible y más bien en crecimiento. El "logos" es una luz de nuestro pensamiento que brilla "una palabra razonada y reflexionada", que no llega agostada de conocimiento sino que por el contrario dentro de ella palpita el avance desde la inquietud de la conciencia humana. La pistilogía podría ser nuestro criterio de entendimiento humano, en donde depositemos las parcialidades etno-religiosas y los avances de la ciencia para conducirlos hacia el bienestar humano, donde el "creer" y el "saber" se fundan en progreso y compasión. Planteamos la siguiente hipótesis: ¿es la pistilogía la clave de equilibrio entre ciencia y fe? Dicho de otro modo, La fe necesita salir de la conformidad con su dato revelado, y la ciencia necesita encontrarse con la maravilla de la creencia, juntas parecieran una herramienta de optimismo hacia las generaciones futuras; ya han fracasado los fundamentalismos islámicos, el ultra fanatismo judío y los moralismos de los cristianos, cada uno de los aspectos mencionados anteriormente, pertenecen a minúsculas expresiones dentro de esos tres grandes grupos religiosos, y que son pilares de la cultura del siglo XXI, sin embargo, sus extremismos fundamentalistas, socaban las bases de toda la humanidad en tanto que predican virtudes y siembran muerte en nombre de su dios. Por el lado de la ciencia, sin el equilibrio que proporciona la ética nos arroja hacia la infinitud de la maldad humana, porque con el criterio de la inteligencia podemos suspender su uso racional en pro del bienestar universal desembocando su poder hacia expresiones de violencia contra la unitotalidad cósmica que nos pertenece. Nos parece que el criterio universal desde las parcialidades religiosas hacia una visión unitotal del misterio de la fe humana y su inquietud por el saber y la vida, tendría en la pistilogía una buena herramienta.