domingo, 19 de abril de 2015

La ética desmoralizada, llegar a la ética implícita.

El ser humano es el recipiente de la ética, es el lugar donde todas las reflexiones tienen espacio para ser medidas y sopesadas por sus criterios, la ética se pudiera entender como el comportamiento humano en sí mismo; lo humano existe, existe la ética. Se puede hablar de una historia de la ética, tal como se habla de una historia de filosofía o una historia universal, sin embargo de manera general se puede entender la ética como un modo de ser que distingue lo humano de lo no-humano, es decir, la ética es una pequeña expresión del conglomerado universal de la vida, pero su humildad no quita su importancia, porque es parte de la esencia humana, y su abanico es multicolor, asi que no se puede hablar de una ética, sino de éticas, aunque todas apuntan a ciertas tendencias como por ejemplo condenar el asesinato de inocentes o el robo, sin embargo ese no es el punto. El entendimiento de ética y de moral para la Teosofía es bajo un mismo concepto: "es el estudio de los actos humanos en su aproximación a lo bueno y agradable o a lo malo y detestable". Para lo cual buscamos incentivar o activar un nuevo criterio, un aspecto que le agregue amplitud a lo ético, que la moral no se reduzca a leyes de bueno o malo, sino que busquen llevar los actos humanos hacia lo perdurable, hacia lo que ayude a otros seres humanos. Sin duda alguna, aspectos en los cuales cualquier persona podrá entender que la ética siempre apuntará hacia el bien, pero repetimos, no sólo al bien como concepto fotografíco, sino a lo perdurable como bienestar en acción, el bien en pleno proceso. La pistilogía como criterio de amplitud y acogida hacia lo humano, se reposa en la ética como el valor añadido de adaptabilidad ante las variaciones culturales, para que sea aquí o en Marte, sea en Korea del Norte o en Argentina, el valor de lo humano sea percibido como "valioso" y por encima de eso, "perdurable". En el pasado las legislaciones antiguas como el código de Hamurabi, el decálogo, el estado griego, el derecho romano, sin duda alguna agotaron sus decreto y donde había una ley le antecedía un delito, es necesario que pasen de ser legislaciones restrictivas a puntos de entendimiento humano. Para llegar a lo siguiente, se necesita un nuevo orden legislativo ético, ya no podemos mantener la ética del "hazlo bien y te premio" o "lo haces mal y te castigo", se trata de difundir un nuevo criterio, "hazlo bien para que perdure", porque lo valioso se encuentra en frente de nosotros, comparte nuestra existencia, de nada sirve hacer el bien para que me paguen, el bien sirve para recibir bondad de igual modo. Porque en un mundo donde nada vale la pena, todo adquiere valor, y por lo tanto no existirá consenso universal mediante legislaciones que no tengan su valor implícito, debido a que el fracaso existencial de las legislaciones con premios ubicados en el más allá es que siempre serán violadas. Si respetamos a otro ser humano porque es parte de nuestra vitalidad, sin duda alguna nos ahorrará los robos-ofensas-violaciones-malos tratos-asesinatos; porque la fuerza de las legislaciones con beneficios religiosos se está agotando, porque en los países donde más se leen los libros sagrados siguen sufriendo de intolerancia hacia los distintos, por citar ejemplos claves: el asesinato público de homosexuales en los países islámicos, el genocidio en contra de los palestinos por parte de "un pueblo elegido por dios", la corrupción y desfalco económico en países de influencia cristiana, nos atestiguan la necesidad de cambios sustanciales que desemboquen en el paso de una ética desmoralizada hacia una amplitud de entendimiento de mi ser hacia otros seres en conocimiento que compartimos un bien común que es la vida, que debe ser mantenida para los que vienen detrás de nosotros. Cuadro: el Puente Langlois, Van Gogh 1888.

sábado, 4 de abril de 2015

un acercamiento a lo humano: el sentido de finitud.

Mucho se postpone en nombre de la grandeza imaginaria humana, muchos han llegado a declararse magnánimos, otros han levantado monumentos en su honor, pero existe un elemento que da piquiña en la cabeza de muchas personas: "somos seres con tiempo limitado" y eso genera un revoloteo mental tan grande que puede ser confundido con la nostalgia, y creemos que se trata del fondo humano más humilde que existe, es saber que es esto lo que somos y no otra cosa, que la eternidad se vendió como un bálsamo que aunque calma la ansiedad, sin embargo no la elimina. El sentido de finitud vendrá a ser para la Teosofía un elemento de organización de la realidad con miras hacia la búsqueda de la trascendencia en el legado en tanto que, salvando el sentido humano de trascendencia, intenta recabar las evidencias de lo presente para que en el futuro sea continuado. De tal manera que el sentido de finitud será para nosotros una herramienta de seriedad y compromiso ante lo actual con miras a ayudar a las próximas generaciones de humanos que despierten hacia la búsqueda de sentido y eviten caer en consideraciones que los desvinculen de su humanidad, su gran tesoro, la conciencia del aquí y ahora. Técnicamente nos gustaría conducir nuestra terminología al determinar que cuando hablamos de "finitud", hablamos según el sentido griego de la palabra Télos, que es algo relacionado a lo que conocemos como "resultado" u "objetivo", debido a que si la naturaleza trabaja con su Telos, lo humano en su sentido natural también se ajusta como una especie de deontología producto de su necesidad de ofrecer resultados u alcanzar objetivos en base a su naturaleza. La teóloga brasileña Ivone Gebara nos ha regalado un fragmento digno de repasar, nos sumerge en el sentido fontal de nuestra existencia, que se vive la vida pensando en vida y en superar los retos que nos proponemos: "He aprendido que todo pasa y este no es un aprendizaje triste ni alegre. Es sólo algo que viene llegando en el día a día y no hay cómo huir de esta enseñanza que la vida nos va preparando e imponiendo delicadamente. Hay un tiempo para cada experiencia, para cada descubrimiento y para cada encuentro. Y cuando avanzamos en los sesenta años, vamos teniendo la impresión que nuestra copa de vino ya se está vaciando. Hasta se puede percibir la borra, aquel sedimento oscuro que queda en el fondo de la copa y que muchas veces evitamos beber. Pero, yo quiero beberlo hasta el fin. No quiero perder ninguna gota, pues sé que cada una tiene un sabor especial y único". (Ivone Gebara: Hay tiempo para todo, 2009) la finitud pudiera ser una fuerza motora de vitalidad, que sirva a la humanidad dentro de sus limites existenciales, para lo cual se necesita el valor de la responsabilidad vital y el compromiso con el mundo por hacerlo mejor cada vez más. Anexo una reflexión del científico Carl Sagan, quien en 1990 ordenó dar vuelta en su enfoque a la sonda Voyager y capturó una foto sobre el planeta tierra, que al día de hoy, nos sigue dando para crear y reflexionar... Entonces, ¿para qué estamos aquí? Video: https://www.youtube.com/watch?v=b0khM5rYXSI cita digital: http://www.artemisanoticias.com.ar/site/notas.asp?id=44&idnota=6772