sábado, 16 de mayo de 2015

Alianzas en contra del absurdo

Somos seres nacidos para preguntar, nuestro interior no crea calma alguna si no es de la mano con la satisfacción de la duda resuelta, de tal modo, que sea por falacia o sea por acertar en la verdad, la maquinaria de pensamientos de los humanos no consigue reposo a sus preguntas si éstas no son son contestadas. Aspectos como entender el pasado, actuar con acertividad en el presente y preparar el futuro, son categorías generales dentro de los cuestionamientos humanos que si no son tratados bajo metodologías pacientes y disciplinadas, fácilmente entran en la configuración de "misterios" y para lo cual, las religiones en general, proveen de mucho material para crear grupos de cultivo de tales visualizaciones de la vida, no se trata de debilidad alguna, se trata de valorar lo positivo y de cuestionar lo subjetivo del "creer" en frente del "saber". .- Aspectos positivos del creer: la creencia lleva al creyente a repotenciar su enfoque dentro de un contexto que muchas veces le es adverso; la creencia lleva al creyente a crear valores verdaderos; la creencia conduce al creyente a pensar que su vida esta enmarcada en un plan y en muchas ocasiones el plan es consecuente con la buen voluntad hacia el resto de la humanidad. .- Aspectos cuestionables del creer: La creencia en no pocas ocasiones ha creado una división subjetiva entre una sobre-valoración egocéntrica del creyente sobre el ignorante de los misterios; La creencia pudiera ser una excusa para auto-proclamar humanos con distinción ontológica sobre los demás; la creencia puede conducir a los creyentes a la idea de valorar los dictámenes divinos por en encima de lo justo o equitativo entre los seres humanos. Valdría decir, que lo mismo que aplica para el creer, aplica para el saber, en tanto que son características humanas sus aspectos positivos y cuestionables vendrían a ser casi similares, porque los humanos y sus contextos existenciales se mueven bajo similaridades que detectándolas pudieran servir para el avance de la conciencia humana en más-humanidad. Surge entonces una serie de pactos que ayudan a mitigar el miedo a la soledad existencial, y más que existencial, la soledad a escala cósmica; pactos que serán conocidos como religiones, se ligan reglas más adeptos, quienes acatando los dictámenes divinos, dejan de lado las cuestiones como la humildad del ego frente al cosmos, por la supremacía terrenal o la fabricación de imperios dentro del único lugar en el que hasta ahora siempre vivieremos. Pensar que después de la vida hay eternidad es un calmante frente al absurdo de una existencia netamente contingente y finita, seguir dictámenes divinos pudiera ahorrar más energías explicativas frente a masas humanas humanas preguntando "por qué", se suscitarán siempre los pactos que fortalezcan a los humanos frente a sus temores ante lo desconocido, surgirán siempre esperanzas en medio de tantas desilusiones, los seres humanos son creyentes y eso es parte de la condición humana, no hace falta guerrear intelectualmente contra esas posiciones, tal como lo propone la bandera del ateísmo del siglo XXI, sino, tal como se propone en Teosofía, conducir esas fuerzas existenciales del creer en posibilidades de ser mejor entre todos los seres humanos. Cuadro: Van Gogh, un anciano en pena, al filo de la eternidad. Saint Remy, 1890.

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